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¿Te preocupa el malestar en tus docentes? Tu Liderazgo es Clave

  • Foto del escritor: Fundación  ama+
    Fundación ama+
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura


Bienestar docente: una tarea urgente y transformadora para quienes lideran la escuela


El bienestar docente no es un lujo. Tampoco es una preocupación secundaria. Es, cada vez con más evidencia, un factor determinante para la calidad educativa. Si los docentes están agotados, desmotivados o estresados, su capacidad para enseñar, conectar con sus estudiantes y sostener el día a día del aula se ve profundamente afectada.

Cuidar a quienes enseñan es una de las formas más poderosas de cuidar a quienes aprenden.


Seguramente es una preocupación real de los equipos directivos, porque conviven diariamente con altas tasas de licencias médicas, muestras de agotamiento, quejas y deserción. De hecho el abandono de la carrera docente en los primeros cinco años de ejercicio es una de las grandes preocupaciones del sistema educativo.


¿Vemos la misma escuela?


Los datos del Barómetro Socioemocional de Fundación ama+ muestran algo que no podemos ignorar: los equipos directivos, tienden a tener una percepción mucho más positiva del ambiente escolar que la que tienen las y los docentes. 


Así por ejemplo, el 64% de los líderes escolares y sólo el 39% de los docentes, tienen una percepción positiva de los vínculos en la escuela. El 51% de los directivos tiene una percepción positiva de la autonomía en su trabajo, versus apenas el 20% de los profesores.


Esta brecha puede influir en una aproximación muy usual que encontramos en las comunidades: los docentes no tienen competencias o habilidades para gestionar su bienestar. Lo que lleva a la contratación de programas orientados a capacitar en autocuidado o a brindar experiencias entretenidas o placenteneras. 


Sin dejar de valorar dichas iniciativas, que sí pueden ayudar al bienestar, hay que señalar que el problema es muy agudo, y no bastan soluciones de ese tipo. El desarrollo de competencias de autocuidado requiere invertir en programas de largo aliento y sistemáticos, y las experiencias significativas pueden tener un alto impacto al inicio pero no generan cambios en el tiempo cuando no se insertan en culturas organizacionales que las pueden hacer resonar en el tiempo.



El factor más decisivo: los vínculos


Según una revisión de amplia literatura, las relaciones interpersonales en la comunidad escolar son el factor que tiene más evidencia sobre su relación con el bienestar docente (Hascher & Waber (2021). Más que el sueldo, el número de alumnos por sala, la antigüedad en la profesión, sentirse parte de un equipo, tener con quién conversar, contar con apoyo emocional y profesional, recibir reconocimiento sincero: todo esto hace la diferencia entre una escuela que agota y una que renueva la vocación de sus docentes día a día.



Un liderazgo que transforma desde lo humano


En Fundación ama+ apoyamos a los equipos directivos a desarrollar un estilo de  liderazgo transformacional que busca no solo gestionar, sino cuidar, motivar y sostener a quienes hacen escuela todos los días. Un liderazgo que sabe cómo fomentar el bienestar dentro de la cultura escolar.


El líder transformacional fortalece los vínculos en la comunidad escolar a través de una atención individualizada, que busca conectar el propósito de la escuela con el propósito de cada persona, con sus intereses y con sus necesidades. Es un líder que escucha y que considera la opinión de los docentes, en especial en aspectos que les afectan. 


El líder transformacional, a diferencia del transaccional, no busca controlar el comportamiento de los docentes mediante recompensas o la supervisión, sino que busca conectar con las motivaciones intrínsecas. Para ello, dedica tiempo en conocerlos y da oportunidades para aportar con ideas innovadoras.


Buscan constantemente satisfacer tres necesidades psicológicas básicas, fundamentales para el bienestar: la autonomía, los vínculos significativos y el sentido de competencia o autoeficacia.


Cuando los equipos directivos cuidan estas tres necesidades en su relación con los docentes, están liderando con humanidad. Están construyendo bienestar.



Liderar también es aprender a comunicarse


Este tipo de liderazgo requiere el desarrollo de competencias específicas. No basta con querer hacerlo bien. Se necesita formación en habilidades como:

  • Comunicación empática, que permita escuchar sin juzgar y construir confianza.

  • Retroalimentación efectiva, que oriente, motive y ayude a crecer sin desvalorizar.


Desde Fundación ama+ acompañamos a los equipos escolares en el desarrollo de estas capacidades, porque sabemos que las relaciones importan tanto como los resultados. Y que el cambio más profundo empieza cuando nos atrevemos a conversar distinto.



Cuidar a quienes cuidan


El bienestar docente no es una moda. Es una condición para enseñar bien, para sostener la vocación y para que las escuelas sean espacios que cuidan, no que desgastan.

Necesitamos liderazgos valientes, que se atrevan a mirar lo que sienten sus equipos, a escuchar con humildad y a actuar con sentido.Porque cuando las y los docentes se sienten bien, todo lo demás mejora.


Y cuando una escuela se convierte en un buen lugar para trabajar, también se convierte en un gran lugar para aprender.



 
 
 

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