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Propósito, bienestar y vocación docente


¿Qué deseos o propósitos tienes para el 2025?


La fiesta de año nuevo siempre es una oportunidad para reflexionar sobre nuestras metas y objetivos de vida. Los más comunes son aprender algo nuevo, dedicar más tiempo a la familia, comer sano, hacer ejercicio, dejar de fumar y vivir con menos estrés. 


Ten cuidado con lo que desees




Este es el título de una interesante investigación (Kasser y Ryan, 2001) que demuestra que cuando se aspira a metas intrínsecas, como el desarrollo personal, las relaciones significativas y la contribución a la comunidad, se alcanza mayor bienestar que cuando nos enfocamos a metas extrínsecas, como la riqueza material o el reconocimiento social, o la imagen corporal. Diversos estudios han demostrado que las metas intrínsecas no solo promueven el bienestar subjetivo, sino también fomentan una mayor resiliencia y satisfacción en la vida. 


Por ello, reflexionar honestamente sobre nuestros objetivos de vida es muy importante. Muchas veces podemos declarar que queremos mejorar el mundo, pero nuestro comportamiento está más orientado a ganar más dinero, comprar cosas o tener un mejor físico. No es que esos objetivos sean malos, sino que cuando son más importantes o cuando nos ocupan más tiempo, no aportan o incluso pueden disminuir nuestro bienestar.

Esto es especialmente relevante para quienes trabajan en educación. Normalmente las y los docentes y asistentes de la educación tienen vocaciones que están ligadas al propósito de transformar vidas y construir un futuro mejor. Pero estar conectado al propósito y a la vocación, en ambientes altamente estresantes como son las escuelas, puede ser difícil. Muchas veces los educadores están tan presionados por lograr objetivos de corto plazo que pierden esa conexión con su sentidos de vida más profundo. 


Es crucial reconocer que, aunque la presión en las escuelas es una realidad, los educadores también necesitan apoyo y espacios de autocuidado. Volver a conectarse con su vocación no solo tiene un impacto positivo en su bienestar, sino también en la calidad de la enseñanza que ofrecen.


Propósitos de año nuevo: Una oportunidad para redescubrir la vocación





El cambio de calendario es una oportunidad ideal para que los educadores reflexionen sobre su propósito personal y profesional. ¿Cómo se alinean sus metas con sus valores y pasiones? ¿Cómo pueden estos objetivos contribuir no solo a su bienestar individual, sino también al de sus estudiantes y comunidades escolares?


Para quienes trabajan en educación, establecer metas intrínsecas podría implicar:

  • Fomentar relaciones más cercanas y significativas con los estudiantes.

  • Diseñar experiencias de aprendizaje que despierten la curiosidad y la autonomía.

  • Buscar formación continua en áreas que refuercen su sentido de competencia.

  • Promover un clima escolar que valore la colaboración y el bienestar colectivo.


Crear un puente entre el propósito y la práctica diaria


La teoría es clara: los objetivos intrínsecos generan una mayor sensación de plenitud. Sin embargo, el verdadero desafío está en traducir este conocimiento en acción.


Desde Fundación ama+ invitamos a los educadores a reflexionar y actuar sobre sus metas para este año y para ello proponemos hacer un ejercicio basado en el modelo del Ikigai. 


El ikigai es un concepto japonés que se puede traducir como "la razón de ser" o "la razón por la que te levantas por la mañana". Es un término que describe la intersección de cuatro aspectos fundamentales de la vida:


  1. Lo que amas hacer: aquello que te entusiasma y disfrutas..

  2. Lo que el mundo necesita: se refiere a aquellos “dolores” que llaman tu atención, que te interpelan de alguna manera. 

  3. Lo que eres bueno haciendo: tus habilidades y talentos, aquello que sabes hacer bien.

  4. Lo que haces como trabajo: actividades por las que puedes recibir una compensación económica.



Cuando juntas lo que amas hacer con lo que el mundo necesita tienes una misión. En la unión de lo que el mundo necesita y lo que haces como trabajo, encuentras tu vocación. Cuando intersectas lo que haces como trabajo y lo que eres bueno haciendo, defines tu profesión. Y cuando unes lo que eres bueno haciendo con lo que amas hacer, tienes una pasión.


Tu propósito o Ikigai, es el punto en el que estos cuatro aspectos se superponen. El concepto está relacionado con la idea de una vida plena y significativa. En Japón, el ikigai se considera una de las claves para tener una vida larga y saludable.


Antes de que termine este año o a inicios del próximo intenta completar este cuadro. Tómate el tiempo que sea necesario. Luego, cuando ya tengas claro tu propósito, elige algunas metas más específicas para el 2025, no demasiadas y bien realistas.


Por último, escríbele un mensaje a tu yo del futuro, programando un correo electrónico para el 31 de diciembre de 2025, en el que describas tu propósito y metas y te felicites por haber tenido un año con mayor bienestar y sentido. Hay aplicaciones gratuitas que también te permiten programar tu correo, como Future Me ( https://www.futureme.org ).


Este ejercicio de escribirte a ti mismo es un recordatorio de que el propósito no es un destino, sino un camino. Al final del año, leer ese mensaje será una excelente oportunidad para evaluar cuánto has crecido y cómo has alineado tus metas con lo que realmente importa.


En este inicio de año, hagamos del propósito una guía para un 2025 lleno de significado y bienestar, tanto dentro como fuera de las aulas.

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Ospite
26 dic 2024
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Muy interesante y aplicable

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