El concepto de colaboración familia escuela no es preciso, lo cual ha dificultado la investigación sobre el impacto que produce en los resultados para las y los estudiantes. Sin embargo, ya existe bastante evidencia de que cuando se forma una fuerte alianza entre la escuela y la familia esto puede resultar en:
Mejor rendimiento académico
Mayor tasa de titulación
Más asistencia
Mayor desarrollo socioemocional
Mejor conducta
Una alianza familia-escuela implica aceptar a la familia como socia. En la medida en que estos socios se reconozcan y valoren, confíen uno en el otro, trabajarán en equipo y tendrán buenos resultados.
Las y los estudiantes necesitan percibir el apoyo de la familia y la escuela al mismo tiempo para ver ganancias en sus resultados. Así, si no se sienten conectados con su escuela, el involucramiento parental no será suficiente para la mejora escolar.
Dentro de las barreras para la colaboración y participación activa de las familias con la escuela hay algunas que tienen que ver con el contexto de las familias, como la falta de tiempo, dificultades en el cuidado de los hijos o de tipo cultural. Otra gran barrera es que algunos padres y madres tienen una baja autoeficacia parental, es decir, no se sienten capaces de abordar los desafíos de la educación. Y por último hay barreras que tienen que ver directamente con la escuela, como las creencias negativas instaladas sobre las familias y una comunicación ineficaz.
Las escuelas que logran establecer alianzas potentes con sus familias muestran algunos rasgos característicos:
Tienen un foco en construir relaciones de confianza, apreciando que prácticamente todas las familias quieren lo mejor par sus hijos e hijas.
Consideran y respetan la diversidad contextual y sociocultural de las familias, y entienden que hay diferentes necesidades.
Abrazan una filosofía de alianza, lo que significa que comparten la toma de decisiones y la responsabilidad por el éxito de las y los estudiantes.
Hay diversas acciones que se pueden realizar para fortalecer la colaboración familia escuela. Algunas ideas que pueden funcionar muy bien son:
Revisar las creencias del personal de la escuela y cómo estas impactan en el trato que reciben las familias. Una relación de confianza parte de la creencia básica de que todas las familias pueden ayudar a sus hijos a mejorar en la escuela, a veces, solo necesitan la ayuda adecuada para saber cómo hacerlo.
No culpar a las familias por todo lo que hacen las y los estudiantes. Las escuelas exitosas se hacen cargo de cada niño o niña, independiente de su contexto familiar.
Aprender de las familias, creando espacios para que ellas compartan cómo apoyan a sus hijos en casa, cuáles son sus tradiciones, qué valores enseña o son importantes, qué expectativas tienen para sus hijos.
Enseñar a las familias a enseñar, en especial en lectura y matemáticas. Presentarles de forma fácil cómo pueden ayudar a desarrollar las habilidades cognitivas que se están trabajando en la escuela.
Reflexionar juntos sobre la importancia de la educación y las implicancias que tiene la escuela en la vida futura de sus hijos e hijas.
Construir un sentido de comunidad favoreciendo la conexión entre las familias de la escuela.
Invitar a las familias a ser parte de la definición de los valores y visión del proyecto educativo. Tomar su perspectiva para tomar decisiones que les afectan.
Asegurar una comunicación de doble vía eficaz. Esto significa que los mensajes que quieres transmitir llegan de la manera que esperas y que las familias tienen canales claros para contactarse con la escuela, sea para lo que sea.
Construye la confianza con las familias de tu escuela y probablemente tendrás padres, madres o apoderados más involucrados en la educación de sus hijos e hijas.
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